El nuevo presidente de la República Italiana es Sergio Mattarella, 73 años, jurista y político italiano. Su elección se ha producido hoy, 31 de enero, después de tres rondas de votación no concluyentes durante esta semana. Mattarella, candidato propuesto por el actual presidente de Gobierno del Partito Democratico (PD, centro-izquierda), Matteo Renzi, fue elegido el sábado en la cuarta ronda, cuando el quórum requerido se redujo a una mayoría simple.
Sergio Mattarella se convierte en 12º presidente de la República Italiana
Los 1.009 parlamentarios (diputados y senadores juntos) y representantes de las 20 regiones italianas con derecho a voto irrumpieron en aplausos cuando el nombre de Mattarella superó el umbral de 505 votos necesarios, obteniendo más de 650 votos y convirtiéndose en el decimosegundo presidente de Italia desde la Segunda Guerra Mundial. De 73 años y natural de Sicilia, comenzó su carrera política en la Democracia Cristiana (DC) después del asesinato de su hermano, Piersanti, a manos de la mafia siciliana en 1980.
La elección de un nuevo presidente de la República se vio necesaria después de que Giorgio Napolitano anunciara el pasado 31 de diciembre su renuncia. Sergio Mattarela es poco conocido para la mayoría de los italianos.
La elección de Mattarella muestra que Renzi tiene un firme control de su partido, famoso por las divisiones, en un momento en el que trata de aprobar reformas importantes para impulsar la recuperación económica en Italia, país donde el desempleo se ha disparado después de seis años de recesión intermitente. Sin embargo, el resultado del voto pone en peligro un pacto para hacer reformas electorales y constitucionales con el centroderecha de Silvio Berlusconi. Berlusconi no veía bien la elección de Mattarella, que es recordado por su oposición en 1990 a la «ley Mammì», que regulaba la entrada de operadores privados en el sector de radio y televisión y que favorecía las redes Fininvest de Silvio Berlusconi.
El presidente italiano es una figura en gran parte simbólica, pero ejerce poderes importantes en momentos de inestabilidad política, frecuentes en Italia, cuando pueden disolver el parlamento, convocar elecciones anticipadas y elegir a los primeros ministros.
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