
El alcalde de Roma, el cirujano Ignazio Marino, anunció hoy entorno a las 18:00 la retirada de su dimisión. Marino, elegido en las administrativas de la primavera 2013 con la coalición de centro-izquierda formada por Partido Democratico y Sinistra Ecologia LIbertà, había dimitido el pasado 12 de octubre.
El origen de su dimisión fue el supuesto uso indebido de tarjetas de crédito oficiales. El alcalde dijo desde el principio que no cometió irregularidades. Las semanas anteriores a su dimisión el alcalde había sido objeto de una dura campaña mediática por parte de la mayoría de la prensa italiana. La presión del Partido Democrático para que dimitiera dio lugar a su dimisión el 12 de octubre.
El 25 de octubre hubo una manifestación con miles de romanos que pidieron a Ignazio Marino la retirada de su dimisión. En la Piazza del Campidoglio (donde tiene su sede el Ayuntamiento de Roma), los manifestantes le pidieron de volver a su cargo de alcalde, entregándole las más de 50.000 firmas recogidas en su apoyo vía Internet. Según los manifestantes el alcalde era inocente, y sobre todo el escandalo de las tarjetas mil veces menos grave de la implicación de PD y el centro-derecha en Mafia Capitale, la vasta y ramificada organización criminal destapada en primavera.
«He decidido retirar las dimisiones presentadas el pasado 12 de octubre», declaró el propio Marino en su cuenta de la red social Twitter. La noticia no ha sido todavía comentada por Matteo Renzi, que ha insistido varias veces sobre la necesidad de que Marino dimitiera.
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