27 de septiembre, las últimas ejecuciones del franquismo: en Italia grandes protestas contra el régimen

[Lee el artículo en italiano] El 27 de septiembre de 1975, en España el régimen franquista daba los últimos coletazos antes de su inminente final. Ese mismo día, cinco militantes antifascistas fueros ajusticiados en Madrid, Barcelona y Burgos, ante el pelotón de fusilamiento.

Los cinco ejecutados fueron jóvenes activistas contra el régimen, condenados y ajusticiados en un proceso manipulado; se llamaban José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo e Ramón García Sanz (militantes del FRAP), e Juan Paredes Manot (Txiki) e Ángel Otaegui (pertenecientes a ETA).

Tres días de huelga general 

Los días previos y posteriores al fusilamiento fueron días de mucha agitación, especialmente en País Vasco y Navarra. El 27 de septiembre inició en estas regiones una huelga general que duró 3 días, y que paralizó completamente la actividad industrial: se hablaba de aproximadamente 200.000 trabajadores en huelga.

Hubo manifestaciones multitudinarias como la de San Sebastián, y grandes disturbios con la Policía y Guardia Civil, que emplearon armas de fuego. Como resultado, se proclamó el estado de excepción durante varios días. También se convocaron importantes manifestaciones en Barcelona.

En Italia, grandes protestas contra el régimen franquista: manifestaciones en todo el país y grandes huelgas en las fábricas

Faltaban menos de dos meses para la muerte de Francisco Franco, el dictador que desde 1939 tenía al país bajo su mano de hierro, pero aquellas condenas (hoy conocidas como “últimas ejecuciones del franquismo”, últimos coletazos del régimen moribundo) desencadenaron una oleada de protestas y rabia en toda Europa.

Uno de los países donde las protestas contra el régimen fueron más importantes fue Italia, que en aquel periodo experimentaba la primavera de los movimientos de izquierda extraparlamentarios, además la oposición antifranquista recibió un fuerte apoyo del Partido Comunista italiano, en aquel momento, el más grande de Europa.

El 24 de septiembre de 1975, una gran manifestación fue convocada en la Plaza de España de Roma, pocos días antes de las ejecuciones sumarias. Según el periódico romano il Messaggero, fueron 50.000 los asistentes encabezados por una gran bandera republicana. Al cierre de la manifestación, los principales representantes de los sindicatos españoles en el exilio hablaron desde el palco.

Manifestación oceánica en Roma, autobuses españoles incendiados en la estación Termini

Después de las ejecuciones del 27 de septiembre, las manifestaciones se multiplicaron en toda Italia: en Milán, Turín, Génova y Bolonia hubo grandes manifestaciones.

El puerto de Génova quedó paralizado, las naves españolas fueron objeto de boicot, mientras los trabajadores de la siderurgia Piombino fueron a la huelga durante un día entero.

En Roma, hubo 150.000 manifestantes y se produjeron graves episodios violentos: los autobuses de turistas con matrícula española fueron incendiados en la estación de Termini. Lo mismo ocurrió en Génova.

Los presidentes de las Cortes europeas, reunidos el 26 de septiembre en Roma, habían enviado un telefax al dictador Franco pidiéndole que no condenase a muerte los jóvenes y les concediese el perdón. El día después, debido a la actuación del régimen español, varios gobiernos de Europa retiraron sus embajadores de España.

En el diario italiano l’Unità, órgano del Partido Comunista Italiano, que en la portada del 28 de septiembre tituló “Fascismo Infame”, publicó unos breves comunicados de Santiago Carrillo y Dolores Ibárruri. Comunicados de condena, pero también de esperanza frente a un régimen que se iba deshaciendo.

Dos meses después, el 20 de noviembre del 1975, Francisco Franco fallecía en su cama. España se libraba de 35 años de dictadura, y empezaba su lento y doloroso proceso de transición hacia la democracia.

Las portadas y los artículos de los diarios italianos sobre las últimas ejecuciones del franquismo (septiembre de 1975)

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1 Comment

  1. Quella sera ero con mia moglie a Piazza Navona sotto l’Ambasciata Spagnola presso la Santa Sede.Rimanemmo a lungo nella piazza scandendo i nomi dei compagni fucilati. Il ricordo di quella sera è rimasto indelebile nella mia memoria. Per questo lo condivido su F/B

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