Italia recuerda las 81 víctimas del desastre aéreo de Ustica: 37 años de misterios

El 27 de junio se cumplió el 37º aniversario del desastre aéreo de Ustica, en Italia, en el cual perdieron la vida 81 personas. Entorno a la “strage di Ustica”, ha permanecido durante estos años una capa de silencios, encubrimientos y muertes sospechosas, que han impedido llegar a una clara y definitiva verdad.

Portada del diario «La Repubblica» del 28 de junio de 1980

Durante la tarde del 27 de junio de 1980, el vuelo de línea de la compañía italiana Itavia, que había despegado del aeropuerto de Bolonia y se dirigía a Palermo, desapareció de los radares mientras se encontraba en el Mar Tirreno, a lo largo de la costa toscana.

Después de una noche de búsquedas, los restos del avión fueron encontrados en la madrugada del día siguiente a unos kilómetros de la pequeña isla de Ustica, en el mar Tirreno, al norte de las costas de Sicilia.

Ninguno de los 81 pasajeros fue encontrado con vida.

Desde el primer momento reinó el misterio sobre las causas del desastre: se habló de un posible colapso del avión por malas condiciones estructurales, de un atentado con una bomba posicionada en uno de los baños, de una posible (y misteriosa) colisión durante el vuelo con un avión militar, y finalmente de un derribo causado por un misil.

81 muertos y misterio sobre las causas del desastre

En los años siguientes las investigaciones toparon contra una serie de dificultades, silencios, omisiones y muerte de testigos que impidieron arrojar luz sobre lo ocurrido. Para crear más confusión llegó la declaración de un grupo terrorista neo fascista italiano, el mismo que el 2 de agosto de 1980 atentó en la estación de trenes de Bolonia, que se declaró autor del derribo del avión, con una bomba a bordo.

Un «muro de goma»

En Italia se empezó a utilizar la expresión “muro de goma” para hablar de la enorme dificultad de encontrar una verdad sobre los hechos de aquella noche.

Los libros y las películas sobre el desastre aéreo de Ustica (y sus misterios)

Estas dificultades no se encontraron solo en Italia, por ejemplo con los silencios de los militares, o con la desaparición de documentos, sino también en el extranjero, a la hora de recibir información sobre los hechos de aquella noche. Un muro de silencios, documentos desaparecidos, omisiones.

Aquella noche había aviones militares líbicos y de la OTAN en la zona del desastre

Con el tiempo, ha ido concretándose siempre más la pista de la «batalla aérea» en los cielos italianos. Una de las hipótesis más acreditadas sobre aquella noche, es que el avión civil se encontró en el medio de una batalla aérea entre aviones militares de la OTAN y libios.

En los años dos mil,  el ex presidente de la República, Francesco Cossiga,  (entonces jefe de gobierno) afirmó que a derribar el DC9 de la Itavia fue un misil lanzado por aviones militares franceses. Los franceses – según Cossiga – buscaban golpear un avión libio dentro del cual se encontraba el ex dictador de Libia, Gadafi, enemigo número uno de los franceses.

«Derribado por misiles franceses», según el ex Presidente de la República Cossiga

En la portada de El Pais (28 de junio de 1980)

Según algunas hipótesis, el avión libio se habría escondido debajo del avión lleno de pasajeros para huir a la interceptación. Sin embargo, no hay pruebas, y los franceses siempre lo han negado. Sin embargo, el 18 de julio de 1980, tres semanas después del desastre, un avión militar libio fue encontrado en los montes de Calabria, dentro había un militar libio muerto. Un misterio más que añade un punto a favor de la hipótesis de la batalla aérea.

Según el juez  Priore, que investigó sobre el desastre durante largos años, «el accidente del DC9 ocurrió a raíz de un acción militar de interceptación. El avión civil italiano fue derribado con una acción de guerra, una guerra de hecho y no declarada contra nuestro país, cuyas fronteras y derechos fueron violados».

El museo de la memoria, en Bolonia

Los restos del avión se encuentran hoy en una nave situada cerca de Bolonia, donde se ha realizado el Museo della Memoria. Los restos fueron recuperados a finales de los ’80, y traslados cerca de Roma. En 2006 fueron transportados hasta Bolonia.

El desastre de Ustica se ha vuelto un misterio más en Italia, un dramático episodio sobre el cual nunca se ha podido alcanzar una verdad final. Así como con los tantos atentados del periodo entre 1969 y 1984, e incluso las bombas de la mafia del periodo 1992-1994. Episodios distintos, unidos por un hecho común: la enorme dificultad de encontrar la verdad a causa de omisiones, silencios y falsas pruebas.

Las palabras del presidente de la República Mattarella en 2017: una herida todavía abierta

El desastre de Ustica es una herida siempre abierta en la conciencia del país, ha afirmado el presidente de la República Mattarella en el 37 aniversario.

«Il Muro di Gomma», de Marco Risi

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