El verano de 2017 arranca en Italia con una de las peores sequías de las últimas décadas.
Como en España, la falta de precipitaciones durante la primavera ha llevado a un grave estrés hídrico en todo el territorio, de norte a sur, incluidas las islas.
La emergencia se ha agravado al final de junio, cuando el Gobierno declaró el estado de emergencia en las provincias de Parma y Piacenza, en la cuenca hidrográfica del rio Po, en el Norte, a causa de la sequía que ha creado grave daños a los cultivos.
El río Po: el símbolo de la sequía en Italia
El río Po es el símbolo de esta sequía: su nivel se encuentra actualmente a menos del 65% respecto a la media del periodo. Culpa de las pocas precipitaciones y del derretimiento anticipado de las nieves en los Alpes.
Sin embargo, la situación de emergencia afecta a todo el país. La región Cerdeña ha pedido al Gobierno que declare el estado de calamidad natural, afirmando que el territorio se encuentra en una de las peores sequía de las últimas décadas.
De norte a sur es emergencia por la sequía
Desde Sicilia hasta el Piamonte es un sinfín de declaraciones alarmadas por la sequía en los campos, por el nivel bajísimo de ríos y pantanos, por el peligro de incendios y por el bajo nivel de los acuíferos.
Se verá en las próximas semanas si la situación mejorará, o si, como es probable, el verano de 2017 seguirá marcando récord.
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