Decenas de fuentes públicas de Roma, los característicos «nasoni», han empezado a ser cerradas a partir del 3 de julio como medida para hacer frente a la grave sequía que afecta la región Lacio, y a toda Italia.
Se trata de una medida histórica en la ciudad italiana, donde las fuentes públicas son muy numerosas: hablamos de más de dos mil fuentes públicas en todo el territorio del ayuntamiento, y 280 fuentes solo en el interior de las antiguas murallas romanas. La medida servirá a reducir el consumo de agua del sistema hídrico romano.
En la segunda mitad de junio los ayuntamientos del norte de Lacio, especialmente los situados cerca del Lago di Bracciano, se quejaron por el nivel muy bajo del famoso lago volcánico.
La sequía obliga a tomar medidas para reducir el gasto de agua en Roma
El problema es que, además de la excepcional sequía, una parte de las aguas del lago son utilizadas para abastecer de agua potable a Roma durante periodos de particular sequía, cuando los acueductos que llegan desde los Apeninos no consiguen llevar bastante agua a la capital, donde residen cerca de tres millones de personas.
En Italia es emergencia por la sequía: de norte a sur, preocupación por la falta de precipitaciones
Frente a esta situación de emergencia, la empresa municipal que controla el agua de Roma, ACEA, decidió intervenir con una serie de medidas para reducir el consumo hídrico. Una de estas consiste en el cierre de diversas fuentes publicas romanas para el consumo humano (no se incluyen las fuentes monumentales).
Las fuentes públicas de Roma solo suman el 1% del consumo total de agua en el ayuntamiento
Sin embargo, hay que subrayar que las fuentes públicas de Roma, siempre abiertas 24 horas al día, solo suman el 1% del consumo total de agua del sistema hídrico romano.
La mayoría de estas fuentes abastecen continuamente de agua potable los pasantes, algo que tanto los turistas como los propios romanos aprecian y disfrutan desde la segunda mitad del Ochocientos, cuando el primer alcalde de Roma empezó a dotar a la ciudad de este sistema de abastecimiento gratuito de agua.
Las «fontanelle» de Roma: activas a partir del Ochocientos
Las fuentes son conocidas en Roma como «nasoni», por la forma del tubo metálico desde el cual sale el agua. El mismo tubo desde el cual, gracias a un pequeño agujero, se puede beber con comodidad sin tener que agacharse demasiado.
Las criticas al cierre: «inútil e injusto»
En el primer día de cierre, el 3 de julio, solo pocas fuentes han sido cerradas. La prensa habla de tres fuentes, aunque otras serán cerradas en los próximas días. Sin embargo, han llegado muchas criticas a esta medida.
Según la Cruz Roja Italiana se trata de un problema que afecta a los sin techo, porque les deja sin fuentes de agua gratuita en el momento de máxima necesidad. Otras voces critican la utilidad de la medida, visto que el continuo fluir del agua no es de considerarse un despilfarro sino también una medida para limpiar las tuberías y los alcantarillados de la ciudad. El problema, subrayan las voces críticas, son las perdidas en los acueductos italianos, que suman porcentajes muy altos y preocupantes, y el cierre de las fuentes romanas es solo una medida «mediática».
El agua de Roma: directamente desde las montañas
Hablando de fuente romanas, puede resultar interesante saber que el agua que sale de las cientos de fuentes públicas en Roma, es agua proveniente sobre todo de acuíferos situados en la cordillera montuosa de los Apeninos. En especial los acuíferos de la zona de Rieti, de donde salen las enormes tuberías que canalizan el agua hasta Roma. Se trata de agua de acuífero, controlada cotidianamente y tratada antes de que llegue a Roma.
Algo que deberían saber los turistas que visitan Roma, y que se obstinan en comprar botellitas de agua mineral a caro precio. Para saber donde se encuentran las cientos de fuentes publicas romanas, en este link se encuentra un mapa de ACEA para ubicarlas.
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