El 7 de enero de 2018, en Roma, cientos de personas participaron en una marcha fascista, organizada en buena parte por el movimiento neofascista Casa Pound.
La marcha tuvo lugar en una calle de la zona Appio Tuscolano, en el 40 aniversario de la “masacre de Acca Larenzia”.
El 7 de enero de 1978, en el pleno de un periodo de violencia política y al comienzo de los años del plomo, tres jóvenes neofascistas del Frente de la Juventud murieron tras un atentado efectuado por militantes de izquierda armados, frente a la sede del MSI (Movimento Sociale Italiano, partído fascista de la época) en la via Acca Larenzia.
Casa Pound utiliza la conmemoración para hacer campaña electoral
La marcha fue organizada por el movimiento fascista Casa Pound. Cientos de personas participaron en la conmemoración, haciendo el saludo romano en el lugar del atentado y con una organización de estilo paramilitar durante el desfile, organizado en filas.
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La marcha ha recibido atención mediática por su estética “paramilitar” y por el uso abundante de gestos y comportamientos fascistas, como el saludo romano, prohibidos en Italia. Además, era la primera vez desde hace mucho tiempo que una marcha fascista contaba con tan alta participación en Roma.
La conmemoración ha servido al movimiento de ultraderecha Casa Pound para empezar la campaña electoral en vista de las elecciones del 4 de marzo. Casa Pound, en efecto, se presentará a las elecciones generales, aunque es poco probable que consiga llegar al 3%, porcentaje de votos que la ley electoral italiana requiere para el ingreso en el Parlamento.
La denuncia de los antifascistas: «inquietante»
Tras la manifestación de Roma, el ANPI (Associazione Nazionale Partigiani Italiani, que representa los antiguos combatientes antifascistas italianos), ha emitido un comunicado en el cual define “inquietantes” las modalidades de realización de la marcha y el número de asistentes, y pide a las autoridades de la República que intervengan porque las leyes italianas prohíben actos de homenaje fascistas.
Desde hace más de diez años se discute en Italia sobre si es oportuno disolver las organizaciones neofascistas. En Italia, en realidad, existe el delito de apología de fascismo y de reorganización del partido fascista. Sin embargo, el delito es fácilmente sorteable, porque los movimientos fascistas utilizan nombres y símbolos que no reproducen llos símbolos fascistas del XX siglo.
Por eso, hace algunos meses, un diputado del PD propuso una nueva ley que intervendría de forma más contundente contra estos grupos.
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