Está tomando las características de un incidente internacional cuanto ocurrido ayer, viernes 30 de marzo, en Bardonecchia (Italia), cerca de la frontera con Francia.
Cinco agentes de la policía de frontera francesa entraron en un centro de salud gestionado por una ONG italiana, Rainbow for Africa, para realizar controles de orina sobre algunos migrantes que se encontraban en la estructura. Los agentes eran armados.
Los hechos ocurrieron en un local de la estación ferroviaria de Bardonecchia (Turín), situada en el valle de Susa, en los Alpes.
Italia protesta con Francia tras los hechos de Bardonecchia (Turín)
Los hechos han creado una ola de protestas por parte de todos los partidos políticos italianos y el gobierno en función. El ministerio de Exteriores italiano ha pedido explicaciones al gobierno francés, y ha sido llamado en consulta el embajador de Francia en Roma.
Protestan las fuerzas políticas y el gobierno
La izquierda habla de hechos “muy graves”, y el líder de la Lega, Matteo Salvini ha protestado por la irrupción de los policías franceses en Italia afirmando: “no somos una provincia de Francia”. Según el secretario temporal del Partito Democrático, Maurizio Martina, “la entrada de policías franceses en Italia es un ulterior error en la gestión de la crisis migratoria”. También el líder del M5S, partido ganador en las elecciones del 4 de marzo, ha afirmado que el gobierno en función ha hecho bien en pedir explicaciones al gobierno francés subrayando la gravedad de los hechos.
La zona de Val Susa, en los Alpes italianos: nueva ruta migratoria
Desde hace meses la zona frontalera de Bardonecchia y el valle de Susa, son teatro de un intenso flujo de migrantes que intentan alcanzar la Francia. Lo hacen cruzando la frontera en zonas de montaña. Antes la zona preferida para alcanzar Francia era Ventimiglia, en la costa de Liguria; sin embargo, ahora se ha vuelto más difícil cruzar allí debido a los controles de la policía.
Últimamente las autoridades francesas están adoptando medidas más duras para impedir el paso a los migrantes que vienen desde Italia. Al final de febrero se habló mucho en Italia del caso de una mujer nigeriana, enferma y embarazada, que tras alcanzar la frontera francesa fue enviada nuevamente en Italia a pesar de sus condiciones críticas. La mujer ha muerto hace pocos días.
Otro caso del cual se ha hablado mucho es el de una guía de montaña, un francés, acusado de favorecimiento a la inmigración ilegal por haber ayudado un grupo de africanos en dificultad en la nieve. En el grupo figuraba una mujer embarazada. Benoît Ducos, así se llama este guía de alta montaña, se arriesga ahora a una sentencia de hasta 5 años de cárcel.
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