
LeU, liderada por el ex magistrado anti mafia Pietro Grasso, era una coalición de partidos. Los más importantes eran Sinistra Italiana y MdP, este último un grupo formado por políticos que abandonaron el Partido Democrático en 2017 en abierto disenso con la dirección de Matteo Renzi.
Diciembre de 2017, nace en Italia la formación Liberi e Uguali (LeU)
Las elecciones del 4 de marzo de 2018 certificaron la derrota de este nuevo experimento de la izquierda italiana: LeU consiguió apenas el 3,3% de votos, en un contexto en el cual también el PD se derrumbaba. Ahora, las formaciones que constituían LeU seguirán su camino por separado.
Entre tanto, a la izquierda de LeU, continúa el proyecto político de Potere al Popolo, formación de la izquierda radical que en 2018 no consiguió entrar en el Parlamento por no superar el 3% de votos.
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