
han pasado siez años del devastador terremoto que, el 6 de abril de 2009, causó 309 muertos y enormes daños en la región italiana de Abruzos, en la ciudad de L’Aquila y en decenas de centros menores.
A distancia de diez años hemos vuelto en la ciudad herida de L’Aquila, centro de casi 70.000 habitantes que sufrió graves daños y donde hubo un gran número de víctimas.
Las heridas siguen allí, y son evidentes. Sin embargo, L’Aquila es una ciudad que lentamente vuelve a renacer. Hermoso centro en las laderas de montañas como el Gran Sasso y el Sirente-Velino, en el valle del rio Aterno, este centro lleno de monumentos e historia es hoy una ciudad en obras. El centro histórico sobre todo. En la periferia muchos de los edificios han sido restaurados. En el centro las obras siguen a gran ritmo, decenas de obreros trabajan a la reconstrucción y varias tiendas han vuelto a abrir, aunque aún estamos lejos de la vivacidad que tenía esta ciudad antes del terremoto.
Monumentos como la Basilica de Santa Maria de Collemaggio han sido restaurados a pesar del enorme trabajo, así como la antigua fuente de las «99 cannelle», símbolo de la ciudad. Obras también en la zona de la antigua Porta Bazzano, que se abre a lo largo de la antigua muralla, mientras a lo largo de Costa Masciarelli las antiguas casas vuelven lentamente a mostrar sus fachadas coloradas. Estupendo también el castillo español, donde también hay obras y que se puede visitar por fuera.
Las heridas siguen vivas y visibles en algunos sitios, pero L’Aquila está volviendo a renacer, y los turistas vuelven a pisar sus calles llenas de historia, y hoy también de andamios y olor a cemento.
En el vídeo aquí abajo, nuestro reportaje desde estas tierras de montañas y arte. Con un recuerdo de aquella terrible noche, con los radio diarios de las primeras horas y los sonidos de aquella larga y tremenda mañana del 6 de abril de 2009.
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