El último éxito televisivo en Italia se trata de una serie de dibujos animados ideada y creada por el conocido dibujante romano Zerocalcare, pseudónimo de Michele Rech, de 37 años. Su éxito comenzó en 2011 cuando publicó su primer libro ‘La profecía del armadillo’ y abrió su blog personal en el que colgaba historietas de su vida cotidiana con cierta frecuencia.
Aunque Michele cuenta las historias personales de un joven de un barrio de la periferia romana que comparte su vida con amigo imaginario con forma de armadillo, la manera abierta y sincera de contar sus vivencias le ha valido el reconocimiento de varias generaciones que se han visto reflejadas en sus historias hasta el punto de que sus libros han sido traducidos al francés y al español.
Lee también. Kobane Calling, el libro de ZeroCalcare traducido en castellano
La manera transversal, inteligente y empática con la que construye sus historias ha hecho que personas de distintos lugares y orígenes, alejados de Roma, se sientan identificados con sus personajes. Pero no todo son alabanzas para el dibujante romano. No ha sido su compromiso político con causas como la del pueblo kurdo la que más controversia ha generado (Turquía ha protestado por la presencia de una bandera del PKK curdo en la serie), sino la manera de hablar de los personajes.
El dialecto romano con el que se expresan los personajes de la serie (que han tenido que ser subtitulados), conocido como ‘la parlata romana’ o ‘romanaccio’, (este último término tanto con connotaciones negativas como positivas) ha generado un intenso debate, especialmente fuera de Roma.
El dialecto romano, en general, es fácilmente entendible para los nativos italianos, pero esta manera de expresarse, muy característica de este lugar y que ahonda sus raíces en la cultura de una ciudad con una identidad propia muy marcada, en algunos casos viene vista de manera despectiva considerándola un síntoma de una deficiencia educativa, sin importar que autores e intelectuales italianos del pasado hayan dedicado una parte importante de su obra a valorizar este patrimonio cultural. En otros casos se ha hablado de «romacentrismo», y de una «sobrerrepresentación» del dialecto romano en la televisión italiana.
El autor ha intentado zanjar el tema con un ‘Madonna regà, ma come va de ingarellavve su sta cosa’, o qué ganas tenéis de enfervorizaros con algo así, porque, efectivamente, parece que centrarse en ese debate es quedarse en la superficie.
Prensa italiana, el debate sobre el dialecto romano en la serie de ZeroCalcare
Polemiche all’amatriciana. Quelli che… Zerocalcare? Troppo romano
«Credo che non leggerò più niente che rechi la sua firma». Immaginate un lettore di sessant’anni fa. Uno che legge i giornali, è colto, attento, segue la letteratura contemporanea. Ha preso in libreria, fresco di stampa, il romanzo di un trentottenne di talento, già molto noto.
Strappare lungo i bordi: «Zerocalcare troppo romano», la risposta del fumettista sull’uso del dialetto
Zerocalcare è troppo romano, la sua parlata biascicata è incomprensibile. Critiche a Strappare lungo i bordi che incomprensibilmente trovano posto nell’affollata platea di sostenitori. Ecco come il noto fumettista commentò a Fanpage.it l’uso del dialetto: ‘È la lingua della comfort zone, quella di un piano più intimo in cui il linguaggio deve essere più diretto’.
Zerocalcare, dopo il dialetto polemiche su bandiera Pkk
‘Strappare lungo i bordi’ vola e Netflix affida al fumettista il profilo Twitter
Be the first to comment